Durante décadas, muchos constructores y fabricantes de Estados Unidos incorporaron el amianto a una amplia gama de productos. El amianto ofrecía una serie de características atractivas, sobre todo como aislante térmico y acústico. Además, era anticorrosivo y resistente al fuego. Aunque el procesamiento y la fabricación de productos con amianto están ahora prohibidos por ley, los trabajadores pueden seguir sufriendo los efectos de una exposición prolongada. He aquí algunas respuestas a las preguntas más frecuentes sobre la exposición al amianto en el lugar de trabajo.
R: El amianto es un mineral de origen natural, formado por fibras extremadamente duraderas, pero muy finas. Se conocen seis tipos de amianto, todos ellos inodoros e insípidos, y no pueden ser detectados sin ayuda del ojo humano...
R: En general, hay tres formas de estar expuesto a niveles tóxicos o cancerígenos de amianto: la exposición laboral, la exposición secundaria y la exposición ambiental.
La exposición profesional implica entrar en contacto directo con el amianto o con materiales o productos que lo contienen mientras se trabaja. Muchos de los que trabajaron en la construcción, en centrales eléctricas o en lugares con alto riesgo de incendio estuvieron expuestos a altos niveles de amianto durante años.
La exposición secundaria al amianto se refiere a la exposición de amigos o familiares de personas que trabajan directamente con amianto o materiales que lo contienen. Dado que las fibras de amianto no son visibles para el ojo humano, muchos trabajadores del amianto las llevaban a casa a diario, de modo que otros miembros de la familia estaban expuestos.
La exposición al amianto en el medio ambiente puede provenir de la contaminación ambiental cerca de las minas de amianto o de actividades tan simples como la jardinería o el ciclismo.
R: La exposición al amianto se asocia con mayor frecuencia a ciertos tipos de enfermedades, desde el mesotelioma hasta la asbestosis. En el caso del mesotelioma, las partículas de amianto se acumulan en el revestimiento del tórax, lo que provoca un crecimiento y una división celular anormales, esencialmente una forma de cáncer. Las estadísticas muestran que casi cuatro de cada cinco casos de mesotelioma están relacionados con la exposición al amianto.
La asbestosis es una enfermedad pulmonar crónica derivada de la inhalación de fibras de amianto. La acumulación de fibras en los pulmones puede dar lugar a cicatrices, que pueden provocar falta de aire.
R: Por supuesto. Incluso si no ha estado expuesto al amianto durante varios años, si puede demostrar que trabajó con amianto y que tiene síntomas relacionados con el mesotelioma, puede solicitar las prestaciones de la compensación de los trabajadores.
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